Los roles en la familia

 

Hoy la escuela considera esencial educar a nuestros alumnos en una serie de valores que contribuyan a su formación personal, a hacer de nuestros niños y niñas hombres y mujeres del futuro, capaces de formar parte de una manera íntegra en nuestra sociedad.  Entre estos valores, cobran un protagonismo esencial la coeducación e igualdad de oportunidades

Principios que se convierten en un pilar básico para nuestro centro, por lo que fomentamos situaciones en las que esta igualdad de oportunidades se hace constantemente perceptible. Propiciamos actividades en las que todos los niños y niñas tengan la oportunidad de participar, de disfrutar de ellas y de hacerlo, sin que diferencias de tipo cultural o de género, marquen algún tipo de diferencia. Estas situaciones también favorecen a la coeducación, y con ella a la plena igualdad entre niños y niñas, puesto que sabemos que la diferenciación de roles en una sociedad como la nuestra es un sinsentido.

Sin embargo, en nuestro día a día, los maestros de este centro, nos damos cuenta de que a este respecto aún nos queda mucho por conseguir, y en esta labor, ustedes desempeñan un papel fundamental. Seguimos viendo como, a pesar de que desde este colegio fomentemos actividades para la coeducación y la relación entre niños y niñas, estos tienen muy interiorizado roles que evidencian el sentimiento de diferencia entre unos y otras. Resulta sorprendente como manifiestan este hecho en situaciones como las siguientes:

 
 
  • En la distribución del espacio, por ejemplo, observamos como los niños a diario, ocupan mayoritariamente la zona central del patio, el  espacio más amplio, mientras que las niñas se distribuyen por rincones y se quedan sentadas en zonas apartadas.

  • En actividades que exigen la relación y el contacto corporal (como cogerse de la mano), los niños y niñas tienden a agruparse de forma separada, rechazando, en principio, cualquier juego en el que la mezcla entre niños sea la norma (a pesar de que en todos nuestros juegos y actividades este sea un principio imprescindible)

  • Otro hecho que nos sorprende es ver como niños y niñas asumen roles diferenciados en la participación de tareas, así por ejemplo, mientras que ellos siempre se ofrecen para desempeñar actividades en las que adopten un papel protagonista como líder del juego, ellas toman un papel más sumiso, ofreciéndose a actividades como recoger la clase, organizar cosas, etc.
 
 

Visto esto, le invitamos a reflexionar sobre varias cuestiones

  • ¿SE HAN PARADO A PENSAR EN SI FAVORECEN A ESTA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES CON SUS HIJOS?

  • ¿QUÉ HACEN USTEDES DESDE CASA A ESTE RESPECTO?

  • ¿SON USTEDES CONSCIENTES DE LA IMPORTANCIA QUE LA FORMA EN LA QUE EDUCAN A SUS HIJOS TIENEN EN EL HECHO DE QUE ELLOS SEAN PARTICIPES DE ESTA IGUALDAD?

  • ¿EDUCAN A SUS HIJOS EN ROLES COMPARTIDOS?

En este sentido nos gustaría hacerles partícipes de algunas recomendaciones…

 
  • Los hijos aprenden en función de lo que hacen sus padres de tal forma que  a partir de sus experiencias en casa, establecerán relaciones fuera de ella. Los mayores somos el espejo en el que ellos se miran para descubrir el mundo y en la mayoría de los casos adquieren la personalidad, las costumbres, el modo de comunicarse y de actuar que observan en sus relaciones familiares. La escuela puede fomentar, por ejemplo, la igualdad entre niños y niñas, sin embargo, son ustedes los verdaderos responsables en hacerles ver, a través del día a día, que niños y niñas, hijos e hijas, deben compartir y desempeñar las mismas tareas, tener las mismas responsabilidades, los mismos roles.

  • En prácticamente todas las familias, por varias razones, el padre y la madre asumen roles determinados, sin embargo, esto no implica que sus hijos deban percibir estas diferencias como privilegios. Es decir, el problema no reside en que los padres desempeñen tareas distintas, sino en que crean que haya tareas reservadas para unos y otros. El error lo encontramos en aquellas familias que fomentan que las mujeres sean las responsables de desempeñar solo unas tareas (por ejemplo, tareas del hogar) y los hombres solo otras (por ejemplo, arreglar algunos desperfectos de la casa). Y es un error, por el simple hecho, de que los niños ven que este tipo de roles son los normales, asumiéndolos como propios y fomentando las diferencias entre unos y otros. Ambos, padre y madre, son complementarios dado que uno necesita del otro para poder cumplir una de las funciones básicas de la pareja, como es la maternidad-paternidad y la educación de los hijos.

  • Ha llegado el momento de acabar con estereotipos: A lo largo de la historia, por ejemplo, el padre ha sido visto como la figura fuerte y protectora, el guía, la autoridad y como el proveedor de la familia. Pero al mismo tiempo, como una persona más bien ausente, y un poco lejana, temida y respetada, dando la imagen de que la ternura y cercanía no son parte de su papel. Los cambios sociales, han llevado al hombre a incorporarse cada vez más a la rutina doméstica y a compartir con su mujer ciertas actividades que antes no compartía. Los padres han ido colaborando poco a poco dentro de la casa y el cuidado de los niños. 

  • No dejéis de plantearos esta cuestión en el día a día… Si después de haber escuchado esto, os habéis dado cuenta de que no estáis fomentando esta igualdad por la que todos tenemos que seguir luchando,

    ¿NO CREEIS QUE HA LLEGADO EL MOMENTO DE SENTARNOS A PENSAR SI QUEREMOS SEGUIR EDUCANDO A NUESTROS NIÑOS COMO LO HICIERON CON USTEDES CUANDO ERAN PEQUEÑOS?, ¿CREEN QUE ESOS MODELOS SE ADAPTAN A NUESTRA REALIDAD ACTUAL?, ¿PIENSAN QUE ESTÁN FAVORENCIENDO A QUE SUS HIJOS SEAN HOMBRES Y MUJERES CAPACES DE ENFRENTARSE AL FUTURO QUE VIVIRÁN?...

Igualdad